jueves, 12 de abril de 2012

ASCITIS Suele ser una consecuencia de una enfermedad hepática, sobre todo la cirrosis hepática. El mecanismo de formación de ascitis más frecuente es la hipertensión portal consecuencia de cirrosis hepática alcohólica, cirrosis por hepatitis crónicas víricas de larga evolución como las causadas por el virus de la hepatitis B y por el virus de la hepatitis C o esquistosomiasis y se diagnostica clínicamente con el signo de la matidez cambiante, si bien la técnica más útil y reproducible es la ecografía abdominal. La ascitis también puede presentarse en enfermedades no relacionadas con el hígado tales como hipoalbuminemia, el cáncer, la pancreatitis, la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal, síndrome nefrótico1 y la tuberculosis. Otras causas menos frecuentes son las infecciones por clamidia/gonococo (Síndrome de Fitz-Hugh-Curtis2 ), lupus eritematoso3 y el síndrome de Meigs (tumor del ovario).4 En los pacientes con enfermedades hepáticas, el líquido sale de la superficie del hígado y del intestino. Síntomas En general, si la acumulación del líquido en el abdomen es escasa, no se producen síntomas, pero puede provocar distensión abdominal y acidez estomacal, indigestión y dolor en la espalda baja entre L2;L5, además de las dificultades respiratorias (disnea). En algunos pacientes con ascitis, los tobillos se hinchan (edema5 ) a causa del peso del exceso de líquido sobre los grandes vasos inguinales. El dolor no es un síntoma característico en la ascitis. La hipertensión portal causa que se produzca circulación colateral apareciendo nuevas y prominentes venas abdominales superficia.
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